Alzar un día la mirada, bajo una noche estrellada. Ver el brillo en el cielo de aquello que tanto anhelamos. Ver ese astro tan hermoso, reinando la noche, acompañando en la oscuridad, pero sentirlo tan lejano... observar como un acto o una palabra hace que se vea aún mas alto de lo que está...
Sentir el frío de la noche, sentir dentro del alma su oscuridad, conocer su soledad...
El único recuerdo queda entre la tristeza y la melancolía, soñando con lo vivido, temiendo lo que vendrá... sentir el vacío de la oscuridad en el interior, perdiéndose mas y mas en él a cada paso que se da...
Conocer de antemano el lugar donde termina el camino, resignándose a seguir caminando, pues una vez perdidos en las tinieblas de la oscuridad, las sombras tan sólo nos recuerdan que la historia siempre se repite, que los sueños sueños son, y que aquellos que intentan convertirlos enrealidad, quedan abocados a recorrer este mismo camino una y otra vez...
Una estrella fugaz pasa cruzando la oscuridad de la noche, pero no hay modo de seguirla, pues tan fugaz llega como fugaz sigue su camino, un camino diferente al de la oscuridad...
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